Se va acercando la navidad y porque no pensar en viajar a algún lugar de Europa y disfrutar del ambiente navideño.
Una de las primeras ciudades que puedo mencionar es Praga, esta ciudad ya mencionada en la entrada anterior, se trata una de las capitales más baratas de Europa y en ella también podemos contemplar uno de los mejores mercados navideños del continente europeo.
A pesar de que los checos son los menos religiosos de todos los europeos, se toman en serio este mercado, que se celebra en la plaza central de la vieja ciudad barroca. A parte del cristal de Bohemia, uno de los grandes atractivos para los niños es el pequeño zoo en el que pueden acariciar a los animales.
El mercadillo de Navidad de Praga, también llamado Vanocni Trh, dura desde el 26 noviembre hasta el 1 de enero.
Si esta ciudad ya es idílica de por sÍ, cuando se disfraza de Navidad el romanticismo envuelve más aún sus calles míticas.
Como en la mayoría de las ciudades, hay varios mercados navideños: pero los dos protagonistas son el de Staroměstské náměstí (La Plaza Vieja) y el de Václavské náměstí (La Plaza de Wenceslao).
Casetas de madera, un pesebre, coros de niños entonando villancicos, flores invernales mezcladas con las luces de decoración de las plazas, bebidas calentitas (vino incluido)… Y muchos productos rodeando el enorme árbol de navidad iluminado que reina en la plaza por unos días.
Tallín
Tallín, otra que tal baila. Ciudad “cuca” donde las haya, se vuelve más de cuento aún al cubrirse de nieve. Es verdad que el clima invernal no ayuda; pasearse por sus calles durante demasiado rato es duro en esas fechas, pero merece mucho la pena ver desde lo alto el rojo de sus tejados manchado de blanco.
Ah, y lo más importante, el buzón que hay en la plaza para que los más pequeños puedan depositar su carta para Papá Noel.
Viena
Te hablamos de uno de los mercados de Navidad de Viena: comienza el 12 de noviembre y termina al 24 de diciembre.
Se llama Christkindlmarket (mercado del niño Dios) y se sitúa en la Plaza del Ayuntamiento (En la Rathausplatz).
Los puestos están rodeados de árboles decorados con luces navideñas. Dentro del propio Ayuntamiento se realizan talleres infantiles y pueden escucharse villancicos cantados por coros internacionales gratuitamente los fines de semana.
Viena destaca también por su espectáculo de Luces en fechas navideñas: el Winterlicht Light Show y, cómo no, por su música y sus conciertos de adviento.
Y si tu visita coincide con Año Nuevo, que sepas que el día 31 el casco antiguo de la ciudad se viste de fiesta, con El Silvesterpfad.
Y por cierto, no te olvides de probar la Tarta Sacher, famosa en todo el mundo y de cuya receta se dice lo mismo que de la de la Coca-Cola: ¡que es todo un misterio!
Birmingham
El Frankfurt Christmas Market, una navidad alemana en pleno Reino Unido, se celebra entre el 17 de noviembre y el 23 de diciembre y es el mercado alemán más grande ubicado fuera de Alemania.
No te resistirás a curiosear entre los regalos hechos a mano, las muñecas, los juguetes de madera o las velas… ni a probar el vino alemán Glühwein, las cervezas alemanas, las tradicionales salchichas y carnes o los dulces como los mazapanes.
Todo ello acompañado de música a la hora de comer y de cenar, de la mano de una banda tradicional y de un tiovivo para ver la plaza iluminada girando
Bruselas
Arranca el 25 de noviembre y abre todos los días hasta el 1 de enero, salvo el 24 y el 31 de diciembre.
La Grand Place estará decorada como cada Navidad, con sus luces correspondientes, con sus casetas características (representando a los diferentes países europeos) y con la opción de tomarse un chocolate belga bien calentito.
Este año, además de la iluminación, una pista de hielo decorará la plaza, para que los niños se diviertan patinando.
Este mercadillo navideño destaca por un espectáculo de luces: les Nuits Electrabel. Cada sábado, a las 7, a las 8 y a las 9 la noche.
Además, el día 22 de diciembre quien así lo desee podrá escuchar cantar al coro de niños Les Pastoureaux.
Lo de Bruselas es la originalidad: también una exposición de los peores regalos de Navidad.
Como vemos, más allá de la decoración, en Navidad la capital belga es también una opción cultural.
Budapest.
Del 18 de noviembre al 30 de diciembre en la plaza de Vörösmarty.
Artesanía húngara en casetas de madera y mucho manjar que llevarse a la boca: pan, salchichas, carnes, y muchos dulces: los Bejgli (pastel especial de Navidad lleno de semillas de amapola o nueces y pasas), el Szalon Cukor (chocolates rellenos con mazapán, gelatina de frutas o crema de vainilla, para colgar en el árbol), galletas de jengibre, castañas asadas… Y de nuevo vino caliente.
Además del árbol de Navidad típico de muchos de los mercadillos de los que hemos hablado, también una enorme corona de adviento en medio de la plaza. Los cuatro domingos anteriores al día de Navidad se enciende una vela. Un belén de madera tallado a mano y marionetas son otros de los atractivos de este mercadillo también ambientado con música y con bailarines.
el día 6 de diciembre (y no la noche del 24) viene Papá Noel, que allí no es Papá Noel sino Mikulás
Londres
Entre el 18 noviembre y el 24 diciembre. ¿El lugar? Southbank Centre, London Eye.
Regalos hechos a mano, adornos para el árbol de navidad, juguetes artesanales, cerámicas,… todo ello en las 60 casetas de madera que bordean el río Támesis.
Además, un tiovivo para entretener un rato a los más pequeños mientras se hacen las compras.
Por último, comida y bebida calentita para entrar en calor y llenar el estómago después del paseo navideño: salchichas “Bratwurst” para comer, vino para beber y crepes dulces como postre.
Copenhague
El mercado de Navidad de la capital danesa se celebra en el Tívoli, el parque de atracciones más antiguo de Europa. La ambientación parece sacada de los cuentos de Hans Christian Andersen, el famoso autor danés de literatura infantil. Para redondear su atractivo, el lago central del parque se convierte en estas fechas en una pista de patinaje sobre hielo.
Si tienes que elegir destino europeo estas navidades, mejor que te encamines al sur, a la costa mediterránea, que goza de una climatología menos adversa, aunque en esas fechas para los aficionados al esquí puedo recomendar, los pirineos franceses o españoles, alpes austriacos, suizos o italianos
Por otro lado, si quereis pasar frio de verdad, podeis viajar a Rovaniemi (Finlandia), la supuesta tiera de Papá Noel, quien se decida de ir allí encontrara días con poco más de dos horas de luz y temperaturas siempre bajo cero entre -7º y -13º.
Para hablar un poco más sobre la tradición de Santa Claus, le dedico una nueva entrada que veréis a continuación
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